lunes, 22 de febrero de 2016

Decimoctava Tertulia Puerta Abierta a la imaginación "La Sensualidad"







Cuando la sensualidad toma la palabra, el miedo al pecado se transforma en silencio atronador. No me prives del deseo, no antepongas tus escrúpulos a mi libertad. Da un paso atrás si ello no forma parte de tus creencias y déjame seguir camino. 



Lola Fontecha

Decimoséptima Tertulia Puerta Abierta a la imaginación "La Tristeza"





No hay tristeza que te invada si la controlas tú.

Lola Fontecha 

martes, 9 de febrero de 2016

POEMAS SENSUALES

He aquí algunos de los poemas que se leyeron en la pasada tertulia dedicada a la sensualidad. Nos gustaría poner los demás, podéis enviárnoslo al correo de la tertulia.


¡QUÉ FRÍA ES LA NOCHE!

Qué fría es la noche
con tu silencio,
y qué grande mi cama
cuando me despierto.

Estiro mis brazos
con mis manos,
te busco y no te encuentro
estoy sola, en mi lecho,

Añorando tus suspiros,
tus caricias y tu cuerpo
tus besos apasionados
y tu caliente, aliento.

De qué me sirven mis curvas,
de caderas y de senos
y mi rosa florecida,
te espera con su secreto.

¿De qué me sirve el ángulo
de mis muslos abiertos
si no encuentran tu sexo!
me deprimo, lloro
y… pienso,
si te amo y me amas.

¿para cuándo nuestro encuentro?

Deseo tenerte,
abrazado a mi cuerpo,
aunque pasen los años,
yo siempre te esperaré,
deseo hacerte feliz,
porque amar, es vivir.
Rosario Ayllón

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HOMBROS Y ESPALDA
A Lola Fontecha
Hombros y espalda
se apasionan,
se expanden
hasta las nalgas,
pacientes.
Me despojan de miedos
imberbes.
Acunan los cabellos
de siempre.

Hombros y espalda
se resuelven,
se envalentonan,
revolucionan mis manos,
solucionan en vano,
evolucionan
y hablan,
arden en la noche
yaciente.

Hombros y espalda,
arriban el deseo,
se aman,
sensibilizan los instantes
valientes
de la piel sedosa,
me reclaman,
se llenan de ti,
de luna creciente;
se llenan de ti,
hasta la calma;
se llenan de ti,
colman mi llama.

Paco Velázquez



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MI PRIMER BESO

Bajo aquella tenue luz
sentí que me mirabas,
noté tu cálida mano
que sobre la mía se deslizaba.
Noté cómo en mi pecho
mi corazón agitado palpitaba
también percibí
cómo mi rostro se sonrojaba.
En silencio nos miramos
tus ojos en mis ojos, tu cara con mi cara
tus labios en los míos
que con pasión me besaban.
Tus labios ardían
y yo me abrasaba,
tus manos eran las olas
yo la mar agitada.
Separaste tu rostro del mío
y con arrobo me miraste,
qué dulce e intensa
emoción nos embargaba.
Yo porque era mi primer beso
y tú porque sabías
que mi primer beso te daba.

                                                  Isabel María Cañuelo (Larisa)